La producción de coca llegó a su máximo histórico. La advertencia de la ONU
La producción de coca llegó a su máximo histórico en Colombia mientras que Naciones Unidas contabilizó 171.000 hectáreas sembradas en 2017, la cifra más alta desde 1999, cuando se empezó a medirlas. El aumento es paralelo a la puesta en marcha de las políticas que nacieron del Acuerdo con las FARC en 2016.
El jueves 20 la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) presentó un informe pedido por el Ministerio de Justicia colombiano en el que se indica que hubo 17% de aumento en la siembra de coca respecto al año anterior. Aunque el crecimiento se dio de forma más lenta, ocurrió mientras se desarrolla el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), cita la agencia Sputnik.
Las cifras fueron publicadas con meses de retraso; anualmente son reveladas entre junio y julio. El anterior Gobierno de Juan Manuel Santos prefirió realizar la transición de mando sin los resultados a la vista. Será el equipo de Iván Duque el que decida qué acciones tomar, señaló a Sputnik Juan Carlos Garzón, director de Dinámicas del Conflicto y Negociaciones, de la Fundación Ideas para la Paz.
Uno de los escenarios posibles es que el Gobierno se vea tentado o urgido por “implementar medidas que den resultados en lo inmediato”, lo que traería aparejado una política de “confrontación con las comunidades y aumento de la erradicación forzada, movilizaciones sociales, enfrentamientos”, y el desafío de evitar la resiembra en las zonas donde se prohibió a la fuerza.
El otro posible escenario es el de lograr una “política integral, articulada, integrada, que concerte con las comunidades”; un objetivo a largo plazo. Dadas las condiciones actuales, Garzón cree que están más cerca del primer escenario. “Hay mucha presión, poca paciencia y recursos muy limitados”, aseguró.
Crece pero más lento
El informe indica que siguen creciendo los sembrados, pero no tan rápido; que los lugares donde se produce y donde están los grupos armados ilegales coinciden, y que se está dando un “efecto globo”, ya que en las zonas donde más se redujo la plantación, están al lado de las zonas donde más aumentó.
Garzón explicó que durante las negociaciones entre el Gobierno colombiano y las Farc, y desde que se empezaron a implementar los acuerdos logrados, “hubo vacío de política pública estratégica” respecto a los cultivos.
En 2017, cuando se establecieron en conjunto las nuevas metas, “se empezó a ver la implementación de los acuerdos en territorio […] y que en aquellas zonas que se intervino, los cultivos disminuyeron”.
El haber logrado avanzar implicó que uno de los “efectos colaterales” haya sido el aumento del cultivo en zonas aledañas. Es una consecuencia estudiada, “común”.
“Por ejemplo, cuando se aplicaba aspersión aérea en algunas zonas, los cultivos migraron a zonas donde no se podía hacer. Cuando se intervino un departamento de manera muy fuerte, Putumayo, los cultivos migraron hacia Nariño”, recordó Garzón.